Profunda certeza.
Posiblemente esto, toda esta realidad que me supera, sólo consiga hacerme
un poco más cínica si cabe. Como esas
mujeres con mirada amarga, cansadas de fingir que son felices. De esas que
enmascaran bajo kilos de maquillaje y rutina, su profunda tristeza. De las que
se anestesian, y aprenden a dejar de sentir. Abandonadas a la mecánica, al
contacto físico por pura necesidad, como una forma de no parecer una autentica
muerta en vida. Debería ser más superficial, más programada, más fría, como el mármol.
Puede que empiece a controlar todos mis ictus. Puede que estos sean los motivos
que hacen que aquellas mujeres que son fieles a sí mismas, un día prostituyan sus
sueños a cambio de una vida sedentaria y sin demasiados altibajos. Puede que mi
profundidad comience a adquirir un cariz de encefalograma plano. Puede que
empiece a alimentar el olvido a base de cigarrillos y drogas blandas. Puede que
comience a entender lo que significa rendirse ante la adversidad, nadar a favor
de la corriente, y no ser dueña ni tan siquiera de mi propia vida.
horrorosa realidad. solo falta ofrecer la toma de decisiones de nuestra vida a los críticos de prensa rosa. esos que gritan tanto y mueven los brazos rápido. una vez hecho esto, acomodar el cuerpo en un sofá orejero. supongo que es algo similar a la película de Matrix, pero más analogico
ResponderEliminar¡Hola! Creo que es la primera vez que paso por tu blog. A veces parece que perdemos el control de nuestra vida, a veces porque no sabemos o no nos atrevemos a tomar las decisiones correctas. ¡Un saludo!
ResponderEliminar"Un dia prostituyan sus suenos a cambio de una vida sedentaria y sin demasiados altibajos."
ResponderEliminarQue buena escritora eres Carri, que me doy cuenta ahora que entiendo tu idioma.
Te adoro pequeña, gracias por leerme! :)
EliminarDemasiado real.
ResponderEliminarMe quedo por aquí para leerte. Un beso.