Te encanta destripar a tus victimas. Llegar a lo más hondo, calarlos dentro.
No te conformas con sus pieles falsas, sus medias sonrisas. A ti te gusta verlos sangrar, que les tiemblen las rodillas, destrozarles la vida, romperlos, partirlos en dos.
Sin eso no estás viva. Eres un monstruo.
Qué crueldad la tuya, pues para ti, arrancarles el corazón no es más que un juego absurdo, mientras que a ellos los dejas sin respiración. Sonríe. Pues sabes leerles dentro, descifrar sus arterias, supurar sus heridas.
Y te encanta sentirte única entre todas. Si pudieras serias la protagonista de sus miles de fracasos. La eterna heroína que los destruye.

Comentarios

  1. ¿Dónde te escondías? Me acabo de enamorar de ti, blogera.

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